Se ha evidenciado que la
evolución del cuidado parental se puede observar a través de este como una
Adaptación Evolutiva del organismo reproductor y la manera en cómo actúa la
Selección Natural sobre las crías; estos temas se verán más profundamente a continuación.
El cuidado parental es
una adaptación evolutiva por la cual un organismo reproductor no se limita a
producir copias de su material genético, sino que además emplea parte de su
presupuesto en aumentar las posibilidades reproductivas de esas copias, incluso
a costa de su propia reproducción futura.
En los organismos con
reproducción sexual y existencia
de sexos separados, se plantea una situación de conflicto entre el macho y la
hembra respecto a la magnitud de su aportación al cuidado parental.
El resultado de este
conflicto afecta a las tasas reproductivas potenciales de machos y hembras y a
la intensidad y dirección de la selección sexual.
El cuidado parental
plantea decisiones sobre número frente a tamaño de las crías, así como acerca
de cuánto invertir en una determinada cría a costa de las reservas de
presupuesto parental para otras crías presentes o futuras.
La Selección Natural
actúa a su vez sobre las crías para obtener de los padres una cantidad óptima
de cuidado parental que puede no coincidir con el óptimo desde el punto de
vista de ellos, lo cual provoca los conflictos paterno-filiales y entre
hermanos. Los organismos sexuales deben tomar una decisión acerca de cómo
dividir su presupuesto reproductivo en la función masculina y femenina. El
reparto óptimo en ambas funciones depende del retorno de éxito esperado a
través de cada una de ellas, en lo que interviene tanto la situación
poblacional como las condiciones del propio organismo reproductor. (Carranza,
J. 2003)
Vídeo tomado
de: https://www.youtube.com/watch?v=r5HbE_hovAo
Los padres de la mayoría de los animales, incluyendo la gran mayoría de invertebrados, no proveen de cuidados a su descendencia más allá de un pequeño paquete de yema que sirve como fuente de alimento hasta que la prole es capaz de alimentarse por sí misma. Algunos animales, sin embargo, hacen grandes esfuerzos para incrementar las posibilidades de supervivencia de su prole, protegiéndolos de los depredadores, la falta de alimento, la desecación y otra serie de peligros externos.
En los mamíferos y las aves, uno o ambos padres proveen elaboradas formas de cuidados que incluyen la alimentación del embrión en desarrollo con placenta o yema, protección de depredadores y parásitos, aprovisionamiento alimenticio luego del nacimiento, etc. Encontramos ejemplos menos conocidos entre otras clases de animales, como el cuidado de huevos hasta la eclosión en algunos anfibios peces e invertebrados y de especies vivíparas entre arácnidos, peces y reptiles.
El cuidado parental tiene lugar cuando cualquiera de los padres incrementa las oportunidades supervivencia y crecimiento de la prole, usualmente a costa de su propia supervivencia y oportunidades de reproducción. (Smeseth, P. Kolliker, M. Royle, N. 2012)
Imagen tomada de: http://www.animalescuriosos.com/wp-content/uploads/2011/05/Rana-transparente2.jpg
Se estima que el desarrollo de la diversidad de tipos de cuidados
parental refleja una variación entre los beneficios y los costos que demandan y
proveen a machos y hembras los diferentes tipos de cuidado parental. Estos, a
su vez, dependen de factores como la dependencia de las crías al cuidado,
peligros ambientales, características del ciclo vital, oportunidades de apareamiento,
e incertidumbre parental (e.g. Clutton-Brock 1991; Westneat, Sherman
1993).
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